viernes, 15 de febrero de 2013

Lo Imposible


Película española dirigida por Juan Antonio Bayona, producida por Apaches Entertainment y Telecinco Cinema. Está basada en la historia real de la familia española Álvarez-Belon (María, Enrique, Lucas, Simón y Tomás) que vivieron el tsunami que arrasó Tailandia el 26 de diciembre de 2004. La película está rodada en inglés con actores internacionales. Se estrenó en España el 11 de octubre de 2012, en EEUU e Inglaterra el 21 de diciembre.

La historia comienza con la familia Bennet: Maria (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor), Lucas (Tom Holland), Simon (Oaklee Pendergast) y Thomas (Samuel Joslin), de origen inglés y afincados en Japón, pasando las vacaciones de Navidad en un idílico paraje tropical en Tailandia. Vemos cómo pasan la Nochebuena, abren los regalos y cómo disfrutan de las instalaciones del hotel.

La mañana del 26 de diciembre se presentaba normal, María leía un libro cerca de la piscina mientras su marido y los niños jugaban en el agua con una pelota roja que habían recibido como regalo. La pelota se escapó y Lucas salió de la piscina para cogerla. De repente, todo el mundo empezó a sentir una vibración extraña. Se oía un estruendo de árboles cayendo alrededor, el viento soplaba fuertemente y frente a ellos una columna de agua que se les acercaba a toda velocidad destruyendo todo a su paso.
Henry intentó sujetar a los dos pequeños, pero la ola les arrastró. Lucas quedó apartado. María, con la fuerza del agua, atravesó las puertas de cristal que separaban el exterior del interior del hotel y fue arrastrada por la corriente. A su alrededor hay árboles flotando, restos de construcciones, coches, pero no ve a nadie de su familia. Entre los escombros consigue ver a Lucas que también está siendo arrastrado. A toda costa, intentan acercarse el uno al otro. A duras penas consiguen agarrarse al mismo árbol y esperan a que el agua baje.


El tsunami ha pasado y todo lo que queda es caos, destrucción y desolación. María y Lucas no ven a nadie a su alrededor, sólo escombros y cuerpos. Bajo un montón de maderas encuentran a un niño pequeño, que está solo. Deciden subirse a un árbol, por si el mar vuelve. María está herida, tiene la pierna rasgada y parte de la carne colgando, por lo que le cuesta mucho subirse al árbol.
A la mañana siguiente son encontrados por unos aldeanos, que les llevan a un hospital. El camino resulta muy duro para María, que es arrastrada y a cada paso su pierna roza con los escombros.
El hospital al que llegan está abarrotado, hay camillas por los pasillos, el personal no da a basto y se nota que es un centro de un país pobre porque lo medios de que disponen no son los adecuados.

Las heridas de María son muy graves, pero hay tantos heridos que los médicos no pueden atenderla directamente. Ella es doctora y pide antibióticos para su pierna, que le servirán para mejorar hasta que puedan ocuparse de ella. Su situación no es buena y Lucas está muy asustado, por lo que permanece al lado de su madre. María le pide que trate de ayudar, aunque él no sabe qué hacer. Un hombre le pregunta por su hijo al que no consigue encontrar. Lucas comienza a ir de un lado a otro del hospital buscando al chico y otras personas le piden también que busque a sus seres queridos. Lucas consigue encontrar al niño y le reúne con su padre. Ante este éxito, va a decírselo a su madre, pero cuando llega ésta no está y los médicos no saben decirle qué ha pasado con ella.


Por otra parte, Henry está con sus dos hijos pequeños en algunos restos en pie del complejo hotelero en el que estaban alojados. Han conseguido sobrevivir, pero no saben nada de María y Lucas. Están con otros supervivientes. Henry ve a un hombre hablando por el móvil y se lo pide para poder avisar a sus familiares. Aquí vemos una forma de actuar del ser humano en situaciones extremas, el hombre del móvil sólo piensa en sí mismo y que no le quedará batería para seguir llamando, por lo que no se lo presta.
Las personas del complejo se van a ir a otro lado para alejarse de la zona catastrófica. Henry le pide a una mujer que se lleve a sus hijos porque quiere buscar a su mujer y a su otro hijo. Emprende así una búsqueda de hospital en hospital. En la primera zona que busca conoce a un grupito de personas en su misma situación, uno de ellos con móvil que se lo cede cortesmente para que avise a su familia de que está bien.
Henry mira en varios hospitales sin resultado. Se encuentra con la mujer que cuidaba de sus hijos, pero sin ellos, y descubre que se los han llevado con otros niños a no sabe dónde.

Lucas teme que su madre haya muerto, pero con la ayuda de una doctora consigue encontrarla. María ha sido operada y en el transcurso de la intervención han cambiado su historial, debido al caos en el que está sumido el hospital, y por eso no la encontraban. Una vez juntos, Lucas no quiere separarse de ella. María se encuentra mal, la herida de su pierna es grave y deberán intervenirla de nuevo, aunque dajarán que repose. Ella se encuentra débil y Lucas va a buscarle agua.

Henry llega al hospital donde están su mujer y su hijo. Está a punto de cruzárselos, pero como ocurre en algunas ocasiones, personas que están en un mismo sitio no se llegan a encontrar por una cosa o por otra. Lucas consigue ver a su padre desde lejos mientras sale del hospital, sale corriendo tras él, pero le pierde entre la multitud. En la calle, Lucas no consigue ver a su padre y, frustrado, grita. Tras esto, aparecen Simon y Thomas que estaban en un coche con otros niños de camino a una zona segura. Los tres hermanos se funden en un abrazo.


Henry está a punto de marcharse. Ve a unos niños jugando con una pelota roja como la de sus hijos. Como una señal divina, decide bajarse del coche en el que estaba montado y seguir buscando, encontrando finalmente a sus hijos.
Lucas les lleva con María y toda la familia se reúne. María es operada de nuevo. Cuando salen del hospital hay muchos representantes de compañías de seguros ocupándose de buscar clientes. Uno de ellos conduce a los Bennet hacia un avión que les llevará a Shangai, dónde podrán atender mejor a María.

Naomi Watts está espléndida como María. El momento en el que está siendo arrastrada, Naomi transmite el dolor de María. Este sentimiento se ve plasmado en un plano que enfoca sólo los ojos. Al final de la película, cuando ya están a salvo en el avión, aparecen las imágenes de María siendo arrastrada por la ola gigante, zarandeada y cómo se hizo la herida del muslo. Con la fuerza del agua, queda inconsciente y se hunde poco a poco, rodeada de cuerpos de otras personas. Despierta y sale del agua con fuerzas y ganas de vivir, apareciendo bajo ella el título de la película: Lo imposible, símbolo de la supervivencia en una situación desesperada.

De los niños hay que destacar a Tom Holland como Lucas. Su interpretación tiene mucha fuerza y está a la altura en los momentos más dramáticos de la película. Lucas al principio se ve cómo un niño normal, que juega con sus hermanos. Cuando viene el Tsunami y se queda sólo con su madre herida, asume el papel de hijo mayor y decide cuidar de ella hasta que vuelva a estar toda la familia unida. En el hospital demuestra madurez y buen corazón al ocuparse de buscar a los familiares perdidos de los que están allí ingresados. Holland es una revelación.


Los efectos especiales del tsunami están muy logrados. La ola fue recreada digitalmente sobre imágenes reales de la costa de Tailandia. Las imágenes de los protagonistas siendo arrastrados por la corriente fueron rodadas en Ciudad de la luz, Aguamarga (Alicante) donde existe un gigantesco tanque de agua. 

Lo Imposible ha cosechado éxitos allá dónde se ha estrenado y está nominada a los Premios Goya, a mejor película y Naomi Watts a mejor actriz. A pesar de ello, la Academia de Cine Española no la ha seleccionado como candidata para ir a los Oscars.