El Hobbit: Un viaje inesperado

Primera entrega de la trilogía basada en El Hobbit, escrito por J.R.R. Tolkien y precuela de El Señor de los Anillos. Está dirigida por Peter Jackson y codirigida por Andy Serkins, actor que dio vida a Gollum.

El Hobbit: Un viaje inesperado comienza con un guiño hacia La Comunidad del Anillo, una buena forma de conectar las historias de ambos libros que provoca una sonrisa de añoranza al espectador.

El protagonista de El Hobbit es Bilbo Bolsón, quien lleva una apacible vida en La Comarca hasta que un día aparece Gandalf el Gris, un mago que solía ir por allí cuando Bilbo era niño. Gandalf le habla de emprender un viaje y vivir una aventura. Pero Bilbo prefiere su apacible vida y declina la oferta, aunque no le será tan fácil olvidarse del asunto. Una noche aparecen en su casa 13 enanos convocados por el mago, que también acude a la reunión. Los enanos necesitan a un miembro más en su grupo, que sea ágil y pueda pasar desapercibido, para que realice una misión especial.

Los enanos le cuentan a Bilbo que hace muchos años vivían en uno de los reinos enanos más ricos y prósperos, cuya capital era Erebor y en la que había mucho oro. Pero el oro atrajo a un dragón, llamado Smaug, y tuvieron que marcharse de su hogar. Thorin, heredero al trono, lidera a esta compañía de enanos para reclamar su reino y derrotar al dragón. En la historia, descubrimos la razón por la que los enanos y los elfos se llevan mal, como mostraban Legolas y Gimli al principio de El Señor de los Anillos.

Bilbo tarda en reaccionar pero se acaba uniendo al viaje. Emprenden una aventura en la que se encuentran con elfos, trolls y trasgos, de quienes por fin conocemos su apariencia. Aunque en la Tierra Media se esconden varios peligros, porque un oscuro poder emerge de las sombras. Radagast el Pardo, un amigo de Gandalf, les avisa de la aparición de un Nigromante, que ya se sabrá qué es y cuáles son sus intenciones.

En esta película nos volvemos a encontrar con los paisajes de la Tierra Media, dando la sensación de volver a un lugar familiar del que llevamos años alejados. También nos encontramos con viejos conocidos: Gandalf, Elrond, Galadriel y alguna sorpresa.
Gandalf está distinto a El Señor de los Anillos, lleva tiempo con una vida tranquila y ahora desea emprender aventuras. Sabe que la misión de los enanos es importante y peligrosa, además en la Tierra Media se están produciendo cambios y Gandalf sabe que algo oscuro está fraguándose tras eso. El mago es el que incluye a Bilbo en la aventura, conocía a su madre y cree que un hobbit puede tener habilidades que podrían necesitar.   

Gollum aparece de nuevo, teniendo un encuentro con Bilbo muy importante. Gollum está muy mejorado tecnológicamente con respecto a El Señor de los Anillos, además de estar 60 años más joven y tener más dientes. Un Gollum divertido y ya muy psicótico con su doble personalidad.

La película está rodada en 3D y a 48 fotogramas por segundo, en lugar de a 24 como estamos acostumbrados, la primera de la historia rodada a esta velocidad. Este aumento de fotogramas hace que a veces las escenas vayan más rápido, sobre todo en las batallas, pero la calidad de imagen es realmente buena. El 3D es auténtico, hay momentos en los que se ven las cosas pasar por encima de la cabeza del que está sentado delante de tí en la sala de cine.

Con respecto a los actores, los ya conocidos están muy bien y es estupendo que los mismos actores repitan en sus personajes. Ian McKellen como Gandalf, Hugo Weavin como Elrond y Cate Blanchett como Galadriel.

Martin Freeman como Bilbo está espectacular, es un auténtico hobbit. Me sorprendí mucho cuando supe que él iba a ser Bilbo, lo sigo en Sherlock donde hace de J. Watson y la verdad es que tiene cara de hobbit (razón por la que Jackson le escogió). Bilbo lleva una vida tranquila y apacible en La Comarca. Cuando los enanos se presentan en su casa hablando de una aventura, no quiere ni pensar en dejar su cómoda vida. Pero, la historia de los enanos le hace reflexionar y decide unírseles. Al principio no está seguro de si ha hecho bien, nunca había salido de su hogar y no es un guerrero, nunca ha luchado ni sabe manejar una espada. Aunque a medida que avanza el viaje, descubre habilidades y una valentía que no sabía que tenía. También resulta de gran ayuda en momentos clave, en especial en el encuentro que tienen con unos trolls, en la que demuestra ser muy inteligente.

Los enanos son realmente divertidos, al principio montan un buen lío como en las fiestas de las películas y series norteamericanas en las que invitas a 4 personas y aparecen 40. Thorin es el líder del grupo, tiene una gran responsabilidad sobre sus hombros: recuperar su reino.

Los 13 enanos son:

Dwalin (Graham McTavish) y Balin (Ken Stott):

Bifur (William Kircher), Bofur (James Nesbitt) y Bombur (Stephen Hunter):

Gloin (Peter Hambleton) y Oin (John Callen):

Ori (Adam Brown), Dori (Mark Hadlow) y Nori (Jed Brophy):

Kili (Aidan Turner) y Fili (Dean O´Gorman):

Thorin, Escudo de Roble (Richard Armitage). Es el nieto del rey de Erebor y heredero al trono. Tras la llegada de Smaug, los enanos se han visto obligados a emigrar y han estado conviviendo con los humanos y desempeñando varias profesiones. Thorin quiere recuperar su hogar y sabe que no será una tarea fácil. Por eso ha reunido a los enanos que ha podido y le ha pedido ayuda a Gandalf. Cuando conoce a Bilbo, no cree que un pequeño hobbit que nunca ha luchado les sea de utilidad, de hecho piensa que no debería ir con ellos. Pero, a lo largo del camino, Bilbo resulta de gran ayuda ante algunos obstáculos y con algunas acciones que lleva a cabo. Los enanos admiten a Bilbo, aunque Thorin será el que se muestre más receloso.

Tendremos que esperar a 2013 y 2014 para completar la trilogía. Sorprende que Jackson haya pensado en desarrollar una trilogía de un libro más corto que El Señor de los Anillos, pero recoge anexos que Tolkien escribió para la historia.

Una gran película que merece la pena ver en 3D y que es absolutamente espectacular.